Hablemos de cosas indecentes

En el año 2000 estuve cerca de un mes en una sala de trading en Miami aprendiendo a interpretar gráficos de bolsa de la mano de dos gurús de Wall Street.
Parte del aprendizaje consistía en operar con dinero "real", porque con dinero simulado casi todo el mundo ganaba un pastizal, pero con dinero real la cosa cambiaba radicalmente.
Entonces, abrí mi primera posición y en algo menos de 10 minutos había ganado casi 600 dólares.
Miré a mi mentor, que era uno de los dos gurús, y le dije:
"Jóder, esto es indecente. No me imaginaba que se pudiera ganar tanto dinero en tan poco tiempo".
El tipo soltó una carcajada y yo, con mis apenas 25 años, no entendía nada.
"¿De qué se ríe este payaso?", pensé.
Al rato mi mentor se puso a explicarnos una técnica para operar en días de mucho movimiento de mercado y abrió una posición también con dinero real.
En menos de 4 minutos ganó algo más de 8000 dólares.
El muy cabrón se giró hacia mi y me preguntó:
"¿Esto es algo más indecente, no crees?"
Pues sí.
Era bastante más indecente que mis 600 dólares en 10 minutos y en ese momento entendí una lección muy importante:
La indecencia es relativa, como tantas otras cosas en esta vida.
Lo que para mi era una cifra indecente, para mi mentor eran "peanuts" (cacahuetes) como dicen los yankis.
Te cuento esto porque sospecho, como te dije en la página de la que vienes, que uno de los motivos por los que estás aquí es por el morbo de descubrir la (indecente) cantidad de dinero que gané el año pasado gracias a DeFi.
Tranquila, todo a su debido tiempo.
Antes quiero darte un regalo no solicitado.
No te digo qué es porque los regalos sorpresa ilusionan más.
Pero hazme caso, es un buen regalo.
Para recibirlo lo tienes fácil.
Ve a tu bandeja de entrada, dónde debes haber recibido un email con el asunto: "Seis (indecentes) cifras" y sigue las instrucciones que allí encontrarás.
De paso sacias tu morbo un poquito.